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jueves, 4 de septiembre de 2008

Curso de Jardineria (11)

El riego y el abonado

De todos es sabido que el agua es un elemento esencial para la supervivencia de todos los seres vivos, y las plantas no son una excepción. Todo lo contrario, necesitan una gran cantidad de agua para sobrevivir y si carecen de ella están condenadas a marchitarse. Si no transcurre mucho tiempo, es posible revitalizar una planta marchita pero, si no, sus hojas comenzarán a rizarse, se volverán marrones y terminarán muriendo. Esto se puede evitar siguiendo unos sencillos consejos.
Consejos para revitalizar la planta.-
1. El agua de la vida: antes de nada, hay que conocer bien el suelo para saber qué es lo que le conviene. Los de tipo arenoso siempre necesitan más agua que los arcillosos, ya que se secan antes, por lo que se tienen que regar a menudo si no llueve antes.
Las plantas de cultivo, sobre todo las herbáceas y las de los macizos, se han de regar en primavera y en verano, nunca en otoño ni en invierno. La primavera y el verano es también la principal temporada para plantar árboles de hoja caduca y arbustos. Es conveniente regarlos mucho a menos que el suelo esté muy húmedo en el momento de plantarlos.¿Por qué? Para asentar las partículas del suelo alrededor de las raíces y prepararlas para que crezcan la primavera siguiente.
2. Los útiles necesarios: si se ha tomado la decisión de llevar a cabo el riego con una regadera, conviene elegir ésta con un pitorro largo, bien equilibrada y con un largo alcance. Una regadera con una alcachofa de agujeros finos es muy útil para las semillas, plantas de semilleros y bandejas de plantas.
En cuanto a las mangueras, existe una amplia variedad de modelos. Es mejor elegirla reforzada con hilo de nylon, para que no se agriete ni gotee. Además, hay que tener cuidado y procurar que los flujos fuertes de agua no se lleven la tierra y descubran las raíces de la planta.
Los aspersores, por su parte, son menos eficaces en plantas ornamentales que en hortalizas, sobre todo en verano. Suelen cubrir un área circular y son muy útiles si no se dispone del tiempo suficiente para dedicarle al jardín. Su uso se hace indispensable cuando las dimensiones de la superficie a regar imposibilitan llevar a cabo esta tarea a través de los mecanismos anteriormente citados.
3. Terreno abonado: no sólo de agua viven las plantas. También necesitan contar siempre con un suficiente suministro de nutrientes. Es imprescindible, por tanto, abonar las plantas si lo que se pretende es verlas crecer de forma sana y vigorosa.
El agua de la lluvia ayudará a filtrar los nutrientes y vitaminas que se depositen sobre la superficie del suelo. El acolchado es una buena forma de cuidar las plantas. Para llevar a cabo esta labor hay que extender una capa de cinco a siete y medio centímetros de materia orgánica alrededor de las plantas de macizos y sus bordes. Se debe hacer sobre suelo húmedo y se descompondrá lentamente enriqueciendo el suelo. Este acolchado impide el crecimiento de las malas hierbas y ayuda a conservar la humedad del suelo. En otoño el material restante se mezcla con el suelo con ayuda de una horca.

1 comentario:

Unknown dijo...

ESTA BUENISIMO .FELICITACIONES